El arte es un lenguaje y se representa siempre en un
contexto espacial; el espacio es donde se materializa. En este caso el lenguaje
plástico. El artista y ellos niños lo utilizan para expresarse y comunicarse
con otros.
“No es creativo sólo el que inventa algo, sino también el
que nos ofrece una maravillosa visión de lo ya conocido”.
En el JARDIN DE
INFANTES, el desarrollo de esta capacidad en los niños está ligado con la posibilidad
de aprender CON y A PARTIR de otros.
El lenguaje plástico, complejo, con sus elementos propios,
que se van dominando poco a poco, permiten al niño apropiarse del mundo y así,
contar, desde una imagen PROPIA, cómo ve el mundo y a las personas que lo
habitan; también podrá expresar sus percepciones, su mundo interno, su
fantasía, imaginación, sus emociones y sentimientos.
Para acercar a los
niños al arte tenemos en cuenta tres aspectos:
la APRECIACIÓN: favorece la mirada curiosa, atenta, crítica,
integrando sensaciones, emociones y reflexión.
La PRODUCCIÓN: se refiere al hacer tanto a los procesos de
elaboración como a la concreción de la imagen. Se profundizan las capacidades
sensibles y emotivas y el dominio de las herramientas y códigos del lenguaje.
Y la CONTEXTUALIZACIÓN: que se ocupa de conocer los autores
y la realidad del momento en que la obra fue realizada. Conocer para
comprender, profundizar, ampliar...
Como cada niño es UNICO, valoramos y respetamos su personalidad,
gustos, estados de ánimo, sus vivencias. Hay quienes disfrutan más del observar
(apreciar) que del hacer; otros de socializar, muchos experimentando se enojan
porque no les “salió” como querían y rompen el papel...como los grandes
artistas con sus bocetos…
No busquemos lo perfecto. Nos enriquecemos mutuamente con el
intercambio, los modos y tiempos propios y la valoración de lo diferente.
LAS SEÑOS Y NENES DE LAS SALAS AMANECER
LAS SEÑOS Y NENES DE LAS SALAS AMANECER
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